Colaboración de Pablo Louis Santana
El deporte dominicano continúa cada día internacionalizándose y escalando peldaños en diferentes renglones, ya no solo los peloteros son los más dignos representantes de la patria de Duarte, en tierras extranjeras.
El baloncesto ha surgido como el segundo deporte que más atletas posee en el extranjero
. España: Kelvin Peña, Manuel Guzmán, Reggie Charles, Eulis Báez, Jaime Peterson, José Apolinario, Edward Santana, Alexis Montás, entre otros; Francia: Los hermanos Ricky y Jeff Greer, Ricky Soliver, Sammy Mejía, Iván Almonte, etcétera; Puerto Rico: Jack Michael Martínez, Amaury Filión, Franklin Western, Ángel Sánchez, Carlos Payano; Chile: Marlon Martínez; Turquía: Carlos Morbán; Grecia e Italia: Luís Flores y por supuesto nuestros tres NBA, Francisco García (Sacramento Kings), Alfred Harford (Atlanta Hawks) y Charlie Villanueva (Milwaukee (Bucks).
Esto sin mencionar a los que están jugando en el basket universitario (College) como es el caso de Edgar Sosa, y los más de una decena que vienen enseñando su talento en la
secundaria (High Schooll) como el prometedor Yeuris Belliard.
Si notaron hay un país suramericano que no mencioné, ya que quiero tratar de manera especial, las actuaciones de los dominicanos en esa nación durante este año.
Me refiero a la patria de Bolivar (Venezuela), donde por primera vez participó un dirigente criollo, el ex-selección nacional José-Maíta-Mercedes (desde mi punto de vista el mejor manager del país en la actualidad), así como Manuel Guzmán (El Montro), Alberto Ozuna (Cebollita), Jack Michael Martínez (Big Jack), el nacionalizado dominicano John Strikland, el ex- NBA y líder en puntos de todos los tiempos de la Universidad de San Johnt, Luís Felipe López y el Santiaguense Alejandro Flores Salas, de quien quiero resaltar algunos datos que me envía la amiga y colega de esta hermana República Bolivariana, Yelitza La Torre.
Flores Salas a quien llaman en Venezuela (El Caballo), tuvo promedio de 19 puntos por partidos, 8 rebotes por juego y 5 asistencias por encuentros, estadísticas que lo colocaron entre los mejores cinco de la Liga Profesional Venezolana de Baloncesto.
Fue líder del equipo Gatos de Monagas, dirigidos por Maita-Mercedes, lo que le valió para ser el único refuerzo latino en jugar en el Juego de Estrellas de esa Liga, donde se enfrentaron los importados versus los nativos. Jugando más de 30 partidos en forma consecutiva en la serie regular.
Y como si fuera poco, la colega La Torre me ofrece este importantísimo dato: el nombre de Flores Salas está escrito en el Libro de Historia del Baloncesto Venezolano, como el único jugador que ha destrozado el cristal del tablero con una clavada (donqueo), como lo hacía Shaquille Oneal en sus años dorados con Orlando Magic y Los Lakers de Los Ángeles.
Llevó a su equipo (Monagas), a clasificar a los playoff y lamentablente para Maíta, no pudo concluir, ya que fue invitado a un campo de entrenamiento de Miami Heats, al cual tiene que retornar en agosto.
Salas está a la espera del visado para acudir a cinco invitaciones de Italia, mientras también contempla ir a las invitaciones que les hicieron los Spurs de San Antonio y Atlanta Hawks.
No se si con esto, los directivos de la Fedombal quedan más que satisfechos para integrarlo en la selección nacional. Mientras tanto felicitamos a los responsables de la internacionalización del baloncesto, los atletas.
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