“ME HUBIESE GUSTADO LLAMARME DANILO”
Luís Manuel Adolfo Fidel Aguiló González tiene esa cantidad de nombres porque, relata que su padre como fue dirigente del movimiento 14 de junio en la era de Trujillo pensó que solo iba a tener un solo hijo.
Por la ideología política de su papá, cada uno de sus nombres rinde honor a luchadores revolucionarios. Luís, por Luís Ibarra quien fue luchador revolucionario de San Pedro de Macorís. Manuel, por Manuel Tavarez Justo (Manolo), principal dirigente de ese movimiento. Adolfo, por Adolfo Pérez quien según el padre de Aguilo “era un infeliz que calló en el gancho de la revolución y subió vivo a la cordillera oriental pero bajó muerto”. Y lo de Fidel dice que no es necesario explicar pues si su padre era izquierdista el por que de ese cuarto nombre es evidente.
Riéndose expresa que esto lo sabía explicar antes de saber leer y escribir, y era algo así como saberse el Ave Maria. Muestra de ello es que cuando tenia cinco años cursaba el segundo grado de primaria y al explicarle a una de las monjas del colegio la razón de sus nombres ella le respondió “ah, pero tu papa es un comunista”, y después de preguntarle a su padre qué es un comunista don Danilo Aguiló le fue a dar su “pela de lenguas” a las monjas porque ellos no tenían que meterse en eso, y al terminar el año escolar lo inscribió en otro colegio.
Sin embargo, su deseo hubiese sido llamarse Danilo, pues como aclara con una sonrisa, una mirada profunda, y un aspecto de nostalgia que a su padre fue el único hombre nacido en esta tierra al que amaba porque “a pesar de que murió con la experiencia de estar preso siete veces en la cárcel “La Cuarenta”, quedar marcado por la tortura de la silla eléctrica y echado en los pantanos del penal de La Victoria, se fue de este mundo sin rencor pues perdonó a sus enemigos antes de morir”.
Nacido en San Pedro de Macorís el 15 de julio de un año que no nos quiso decir, Luis Manuel Aguiló se define como un hombre con ilusiones y con una gran capacidad de trabajo, y cualquier otra consideración se la deja a los demás, por lo que agrega que es el conjunto de todas las percepciones que se tenga sobre el.
Sus primeros años de vida los considera como normales debido que se las pasaba de su casa a la casa de los abuelos hasta que al terminar el bachillerato se mudó a la capital, o mejor dicho, “fui traído por los moños porque la vida de pueblo es muy buena, pero mi papá tenia el deseo de que me superara profesionalmente”.
En uno de esos años de niñez inició su carrera en la comunicación, pues a los nueve años conducía un programa de radio infantil los domingos de media hora de duración, hasta que comenzó a tener la voz ronca y puso un programa de música americana de dos horas a la semana, y a los 16 años ya tenia su horario fijo y era programador de la emisora.
Aguiló es Licenciado en mercadeo graduado en Apec, con un post-grado en ventas de seguros y ha realizado diferentes diplomados en esa área.
Aparte de que estudió teatro al llegar a la capital en su juventud, y quería hacerlo en Rusia y en la escuela de Televisa México, pero no pudo pues, aparte de otras razones, se casó muy joven.
“en televisión se ve lo de muchas empresas, que personas graduadas de la universidad escriben, por ejemplo, campesina con N y burro con V”.
Después de exclamar a son de broma “¡que averiguao!”, al escuchar la pregunta de que como se desarrolla un día normal en su vida, explica que su día inicia a las 7 de la mañana cuando se levanta, y después de comerse un huevo sancochado con café se va al gimnasio, y al regresar a su casa se come otro desayuno. A las 10 se va a la oficina del Todo Bien, y de ahí va al canal donde hacen una reunión antes de iniciar el programa.
Cuando finaliza el espacio se reúne con la producción para ver qué cosas se hicieron mal ese día, mas tarde va a la oficina, y a las tres de la tarde se va a comer con una de sus hijas ya sea con la que esta en el colegio o la que esta en la universidad porque, como lo resalta al decirlo varias veces, “me gusta comer con mis hijas”.
Y el resto del día lo dedica a reuniones de ventas, grabaciones u otras actividades, y sus momentos libres los dedica a ver los juegos de béisbol.
La experiencia de trabajar con Luisito Marti la valora como una parte fundamental de su carrera porque en el teatro aprendió la disciplina y con Luisito se vive la disciplina, y confiesa siempre estar agradecido de permitirle la oportunidad de ser voz en off, vendedor de publicidad, gerente generar y socio del programa De Remate cuando años antes había trabajado para el mismo productor fungiendo como actor en TV Todo y Las aventuras de Luisito Marti.
Al ser cuestionado sobre si ha vivido alguna situación decepcionante en el medio expone que sí porque como dicen los mexicanos “la televisión es una caja de sueños e ilusiones”, y que también las ha tenido en la vida porque una decepción no es más que cuando no se cumplan las expectativas que se tiene sobre algo o alguien.
Para él, el rol de un buen comunicador es definir bien el propósito por el cual esta en el medio, es decir, que si por ejemplo va a informar debe hacerlo lo mejor posible y bajo los parámetros establecidos, y de igual manera en todas las áreas de la comunicación.
Con un tono de voz grave confiesa que al trabajar junto a Luz García se siente el más envidiado por los hombres, y hablando más en serio la considera como persona llena de inquietudes, muy trabajadora, solidaria y que se da por entero.
Sobre cómo ve la televisión dominicana, la compara con la sociedad y con el país porque estamos en una isla del caribe a dos horas de Estados Unidos y a media hora de Puerto Rico sin agregar mas nada para no entrar en asuntos políticos, y que tenemos la oportunidad de ver la televisión internacional pero no la de imitarla porque no contamos con los recursos ni con el mercado para hacerlo.
Aparte de eso, agrega que “en televisión se ve lo de muchas empresas, que personas graduadas de la universidad escriben, por ejemplo, campesina con N y burro con V”.
De los problemas sociales que afectan al país el que mas le preocupa es el de la educación porque es la base del desarrollo, y la situación que tiene el país con 25 puentes rotos y no ha visto ni un ingeniero preso y muy probable que nunca lo vea.
“su mayor virtud fue que a pesar de que murió con la experiencia de estar preso siete veces en la cárcel “La Cuarenta”, quedar marcado por la tortura de la silla eléctrica y echado en los pantanos del penal de La Victoria, se fue de este mundo sin rencor pues perdonó a sus enemigos antes de morir”.
Luís Manuel Aguiló aconseja a los jóvenes a que se preparen intelectualmente porque, como expresa, no es mentira lo que dice Freddy Beras Goico, una de las personas del medio que admira por su autenticidad y su ejemplo, que la juventud debe estudiar y mantenerse leyendo para poder superarse. Así como lo dice Yaqui Núñez, un ejemplo de cultura y superación.
Además de que también recomienda el no cegarse con las cosas pues lo que hoy es bueno mañana puede ser malo ya que como dice la frase de José Ortega y Gasset “el hombre es él y sus circunstancias”.
Para él, amor es sinónimo de desinterés, la familia es el mayor de los intereses, el éxito es algo relativo, Dios es el todo y la comunicación es su modo de vida.
El teatro es su mayor pasión, el dinero es ateo y disociador, y lo mismo opina de la fama, y de las estrellas orientales opina que es a lo único que, gracias a Dios, siente fanatismo porque no se debe ser fanático de nada.
Además de ganarse la confianza de personas como Danilo Taveraz, Germana Quintana y Nancy Álvarez, ser voz en off del documental “Trujillo, la lujuria de un macho dictador”; conducir Operación Hispaniola, y ser presentador del primer Casandra que se hace con un solo animador, es mucho lo que le falta por recorrer en el medio a Luís Manuel Aguilo pues para él su momento estelar aun no ha llegado, lo que demuestra su aspiración de cada día crecer y ser mejor.
Etiquetas: MI OTRO YO
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