LA MALA COSTUMBRE POLITICA

by Alberto Torres

En la sociedad dominicana es una costumbre la politización de los hechos que directa o indirectamente afectan el bienestar del país y no porque, como diría el gran pensador griego Aristóteles “el hombre es un animal político”, refiriéndose a que toda actividad realizada por el ser humano necesita de manera prevista un plan o una estrategia.

Sin dudas que Aristóteles no hace referencia de la política como ciencia o practica, pues de ser así la definiera como lo hizo Maquiavelo al decir que es el arte de lo posible, frase esta que se apega mas que nunca a la realidad, pues resulta imposible que la política no este presente en la cotidianidad de los dominicanos.

Y es que los políticos son los que tienen el timón de la sociedad y “en quienes debemos confiar” para superar las debilidades históricas que afectan la nación. Estos con ideas y propuestas diferentes despiertan la pasión, el fanatismo, pero sobre todo los intereses individuales y colectivos de la sociedad.

Debido a esto se ha desatado una cultura de politización en el país de tal forma que es común escuchar comunicadores, economistas, sindicalistas, ingenieros, y dirigentes de gremios de profesionales que le deben tener su credibilidad a la objetividad poner ante todo sus intereses políticos que demuestran que esta decisión está muy vinculada a lo económico sin pensar que quedan descartados moral y éticamente.

Se puede afirmar que la nuestra es una sociedad tergiversada por aquello de que la ficción ahoga la razón, pues no existe la verdad donde no hay objetividad.

La politización ha llegado a un punto tal que ni siquiera los fenómenos naturales han escapado de ella, pero esta cultura es parte del carnaval político que año tras año se somete el país que de no ser de esa manera significaría la suspensión de un orden, de un habito, que es necesario sólo para aquellos que obtienen provecho económico de los políticos.