Discurso 16 de agosto

by Alberto Torres

Nada sorprendente estuvo el discurso del Presidente Fernández ante la Asamblea Nacional y cientos de invitados internacionales, pues es una característica que las intervenciones del mandatario sea cual fuere el escenario estén llenas de recursos retóricos y mediáticos como forma de persuadir y confundir.

Los elementos tales como el miedo al momento de recordar las calamidades del gobierno de Hipólito Mejía y la esperanza cuando promete un panorama de confianza a la sociedad, son aspectos fundamentales de la mediatización de la política.

Los anuncios de la construir una segunda línea del metro y un tren de cargas y pasajeros de Haina a Santiago pueden despertar el entusiasmo de la población que por el momento olvida que para cumplir tales promesas el mandatario necesariamente tiene que someter al pueblo a cargas impositivas.

En fin, mas de lo mismo, nada diferente. Para el ejecutivo y sus funcionarios fue un discurso positivo, pero el pueblo pobre y humilde que quiere realidades y hechos lo que espera es un gobierno con sentido común que entienda que la pobreza, la salud y la educación son las grandes prioridades.